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Hechos 2:34-47 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

34. Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:Dijo el Señor a mi Señor:Siéntate a mi diestra,

35. Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

36. Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

37. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

38. Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

39. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

40. Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.

41. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

42. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

43. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.

44. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas;

45. y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.

46. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,

47. alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

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