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Hechos 2:1-16 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

1. Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.

2. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;

3. y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

4. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

5. Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.

6. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.

7. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?

8. ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?

9. Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,

10. en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,

11. cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.

12. Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?

13. Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.

14. Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

15. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.

16. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:

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