8. Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;
9. que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.
10. Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.
11. Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
12. Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
13. Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
14. Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte,
15. para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.
16. E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:Dios fue manifestado en carne,Justificado en el Espíritu,Visto de los ángeles,Predicado a los gentiles,Creído en el mundo,Recibido arriba en gloria.