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1 Timoteo 3:4-12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

4. que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad

5. (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);

6. no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.

7. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.

8. Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;

9. que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.

10. Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.

11. Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.

12. Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.

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