1. ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
2. Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
3. Aun el gorrión halla casa,Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,Rey mío, y Dios mío.