Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 39:1-12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

1. Yo dije: Atenderé a mis caminos,Para no pecar con mi lengua;Guardaré mi boca con freno,En tanto que el impío esté delante de mí.

2. Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno;Y se agravó mi dolor.

3. Se enardeció mi corazón dentro de mí;En mi meditación se encendió fuego,Y así proferí con mi lengua:

4. Hazme saber, Jehová, mi fin,Y cuánta sea la medida de mis días;Sepa yo cuán frágil soy.

5. He aquí, diste a mis días término corto,Y mi edad es como nada delante de ti;Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Selah

6. Ciertamente como una sombra es el hombre;Ciertamente en vano se afana;Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.

7. Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?Mi esperanza está en ti.

8. Líbrame de todas mis transgresiones;No me pongas por escarnio del insensato.

9. Enmudecí, no abrí mi boca,Porque tú lo hiciste.

10. Quita de sobre mí tu plaga;Estoy consumido bajo los golpes de tu mano.

11. Con castigos por el pecado corriges al hombre,Y deshaces como polilla lo más estimado de él;Ciertamente vanidad es todo hombre. Selah

12. Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor.No calles ante mis lágrimas;Porque forastero soy para ti,Y advenedizo, como todos mis padres.

Leer capítulo completo Salmos 39