Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 139:11-24 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

11. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.

12. Aun las tinieblas no encubren de ti,Y la noche resplandece como el día;Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

13. Porque tú formaste mis entrañas;Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

14. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;Estoy maravillado,Y mi alma lo sabe muy bien.

15. No fue encubierto de ti mi cuerpo,Bien que en oculto fui formado,Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

16. Mi embrión vieron tus ojos,Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosasQue fueron luego formadas,Sin faltar una de ellas.

17. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!¡Cuán grande es la suma de ellos!

18. Si los enumero, se multiplican más que la arena;Despierto, y aún estoy contigo.

19. De cierto, oh Dios, harás morir al impío;Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.

20. Porque blasfemias dicen ellos contra ti;Tus enemigos toman en vano tu nombre.

21. ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen,Y me enardezco contra tus enemigos?

22. Los aborrezco por completo;Los tengo por enemigos.

23. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;Pruébame y conoce mis pensamientos;

24. Y ve si hay en mí camino de perversidad,Y guíame en el camino eterno.

Leer capítulo completo Salmos 139