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Job 29:9-25 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

9. Los príncipes detenían sus palabras;Ponían la mano sobre su boca.

10. La voz de los principales se apagaba,Y su lengua se pegaba a su paladar.

11. Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado,Y los ojos que me veían me daban testimonio,

12. Porque yo libraba al pobre que clamaba,Y al huérfano que carecía de ayudador.

13. La bendición del que se iba a perder venía sobre mí,Y al corazón de la viuda yo daba alegría.

14. Me vestía de justicia, y ella me cubría;Como manto y diadema era mi rectitud.

15. Yo era ojos al ciego,Y pies al cojo.

16. A los menesterosos era padre,Y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia;

17. Y quebrantaba los colmillos del inicuo,Y de sus dientes hacía soltar la presa.

18. Decía yo: En mi nido moriré,Y como arena multiplicaré mis días.

19. Mi raíz estaba abierta junto a las aguas,Y en mis ramas permanecía el rocío.

20. Mi honra se renovaba en mí,Y mi arco se fortalecía en mi mano.

21. Me oían, y esperaban,Y callaban a mi consejo.

22. Tras mi palabra no replicaban,Y mi razón destilaba sobre ellos.

23. Me esperaban como a la lluvia,Y abrían su boca como a la lluvia tardía.

24. Si me reía con ellos, no lo creían;Y no abatían la luz de mi rostro.

25. Calificaba yo el camino de ellos, y me sentaba entre ellos como el jefe;Y moraba como rey en el ejército,Como el que consuela a los que lloran.

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