Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Isaías 27:3-11 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

3. Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe.

4. No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una.

5. ¿O forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo.

6. Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto.

7. ¿Acaso ha sido herido como quien lo hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron?

8. Con medida lo castigarás en sus vástagos. Él los remueve con su recio viento en el día del aire solano.

9. De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y éste será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los símbolos de Asera ni las imágenes del sol.

10. Porque la ciudad fortificada será desolada, la ciudad habitada será abandonada y dejada como un desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas.

11. Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas; mujeres vendrán a encenderlas; porque aquél no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó.

Leer capítulo completo Isaías 27