33. Finalmente erigió el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la entrada del atrio. Así acabó Moisés la obra.
34. Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.
35. Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.
36. Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas;
37. pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba.