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Romanos 7:5-15 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

5. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas, que eran por la ley, actuaban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.

6. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquélla en la cual estábamos sujetos, de modo que sirvamos en novedad de espíritu, y no en lo viejo de la letra.

7. ¿Qué, pues, diremos? ¿La ley es pecado? ¡De ninguna manera! Pero yo no conocí el pecado sino por la ley, y tampoco hubiera conocido la lujuria, si la ley no dijera: No codiciarás.

8. Pero el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda concupiscencia; porque sin la ley el pecado está muerto.

9. Así que, yo sin la ley viví en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí.

10. Y hallé que el mandamiento, que era para vida, para mí era muerte;

11. porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.

12. De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento es santo, y justo y bueno.

13. Entonces, ¿lo que es bueno vino a ser muerte para mí? No; sino que el pecado, para mostrarse como pecado, por lo que es bueno produjo en mí la muerte, para que, mediante el mandamiento, el pecado llegase a ser pecaminoso en extremo.

14. Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido a la esclavitud del pecado.

15. Porque lo que hago, no lo entiendo, ni hago lo que quiero; antes bien, lo que aborrezco, eso hago.

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