1. Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.
2. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come sólo legumbres.
3. El que come, no menosprecie al que no come; y el que no come, no juzgue al que come, porque Dios le ha aceptado.
4. Tú, ¿quién eres, que juzgas al siervo ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero se afirmará, porque poderoso es el Señor para afirmarle.
5. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su opinión.