Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Mateo 6:14-31 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

14. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.

15. Pero si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

16. Y cuando ayunéis, no pongáis un semblante como los hipócritas, porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

17. Mas tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,

18. para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público.

19. No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;

20. sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.

21. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

22. La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es sincero, todo tu cuerpo estará lleno de luz;

23. mas si tu ojo es malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Así que, si la luz que hay en ti es tinieblas, ¿cuán grandes no serán esas tinieblas?

24. Ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se apegará al uno y menospreciará al otro; no podéis servir a Dios y a las riquezas.

25. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?

26. Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan ni juntan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?

27. Mas, ¿quién de vosotros podrá, afanándose, añadir a su estatura un codo?

28. Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;

29. mas os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.

30. Y si la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

31. No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos o con qué nos cubriremos?

Leer capítulo completo Mateo 6