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Mateo 5:20-40 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

20. Porque os digo que si vuestra justicia no excede a la de los escribas y a la de los fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

21. Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.

22. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje con su hermano será culpable de juicio; y cualquiera que diga a su hermano: Raca, será culpable ante el concilio; y cualquiera que diga: Insensato, quedará expuesto al fuego del infierno.

23. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,

24. deja allí tu ofrenda delante del altar y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

25. Reconcíliate pronto con tu adversario, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y seas echado en la cárcel.

26. De cierto te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuadrante.

27. Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.

28. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.

29. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; porque mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

30. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y échala de ti; porque mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

31. También fue dicho: Cualquiera que repudie a su esposa, déle carta de divorcio.

32. Pero yo os digo que el que repudia a su esposa, a no ser por causa de adulterio, hace que ella cometa adulterio; y el que se casa con la repudiada comete adulterio.

33. Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No jurarás falsamente, sino que cumplirás al Señor tus juramentos.

34. Pero yo os digo: No juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;

35. ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.

36. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro ni un solo cabello.

37. Mas sea vuestro hablar: Sí, sí, o No, no, porque lo que es más de esto, del mal procede.

38. Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.

39. Pero yo os digo: No resistáis al malo; antes bien, a cualquiera que te golpee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;

40. y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;

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