10. Ni seáis llamados maestros, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
11. El que es el mayor entre vosotros será vuestro siervo.
12. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
13. Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni vosotros entráis ni dejáis entrar a los que están entrando.
14. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas y, como pretexto, hacéis larga oración; por esto recibiréis mayor condenación.
15. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito; y cuando lo conseguís, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.
16. ¡Ay de vosotros, guías ciegos!, que decís: Cualquiera que jure por el templo, no significa nada; pero cualquiera que jure por el oro del templo, queda obligado.
17. ¡Insensatos y ciegos! Porque, ¿cuál es mayor, el oro o el templo que santifica al oro?
18. También decís: Cualquiera que jure por el altar, no significa nada; pero cualquiera que jure por la ofrenda que está sobre él, queda obligado.