Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Mateo 18:7-15 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

7. ¡Ay del mundo por los tropiezos! Porque es necesario que vengan tropiezos, pero, ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!

8. Por tanto, si tu mano o tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco que, teniendo dos manos o dos pies, ser echado al fuego eterno.

9. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida que, teniendo dos ojos, ser echado al infierno de fuego.

10. Mirad que no tengáis en poco a alguno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos.

11. Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.

12. ¿Qué os parece? Si tiene algún hombre cien ovejas y se descarría una de ellas, ¿no irá por los montes, dejando las noventa y nueve, a buscar la que se ha descarriado?

13. Y si acontece que la halla, de cierto os digo que más se regocija por aquélla que por las noventa y nueve que no se descarriaron.

14. Así que, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos que se pierda uno de estos pequeños.

15. Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele entre tú y él solos; si te escucha, has ganado a tu hermano.

Leer capítulo completo Mateo 18