Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Mateo 18:31-35 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

31. Y viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y declararon a su señor todo lo que había pasado.

32. Entonces llamándole su señor, le dijo: ¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.

33. ¿No debías tú también haber tenido misericordia de tu consiervo, así como yo tuve misericordia de ti?

34. Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía.

35. Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdona de corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

Leer capítulo completo Mateo 18