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Mateo 17:14-26 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

14. Y cuando ellos llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo:

15. Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático y padece terriblemente; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas otras en el agua.

16. Y lo he traído a tus discípulos, pero no lo han podido sanar.

17. Y respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.

18. Y Jesús reprendió al demonio, y éste salió del muchacho, y quedó sano desde aquella hora.

19. Entonces, los discípulos se acercaron a Jesús aparte y dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?

20. Y Jesús les dijo: Por vuestra incredulidad; porque de cierto os digo que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.

21. Pero este género no sale sino con oración y ayuno.

22. Y estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres,

23. y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera.

24. Y cuando llegaron a Capernaúm, fueron a Pedro los que cobraban las dos dracmas y dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?

25. Él dijo: Sí. Y entrando él en la casa, Jesús le habló antes, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos o de los extraños?

26. Pedro le dijo: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos.

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