34. Y después de cruzar al otro lado, llegaron a la tierra de Genesaret.
35. Y cuando le reconocieron los hombres de aquel lugar, enviaron la noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos;
36. y le rogaban que solamente los dejase tocar el borde de su manto; y todos los que lo tocaron quedaron sanos.