9. Y partiendo de allí, vino a la sinagoga de ellos.
10. Y he aquí, había allí uno que tenía seca una mano; y le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito curar en el día de reposo?, para acusarle.
11. Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una oveja, y si ésta cae en un foso en el día de reposo, no le echa mano y la levanta?
12. Pues, ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, es lícito en los días de reposo hacer el bien.
13. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restituida como la otra.