12. Pues, ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, es lícito en los días de reposo hacer el bien.
13. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restituida como la otra.
14. Y cuando salieron los fariseos, consultaron entre sí contra Jesús para destruirle.
15. Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos.
16. Y él les encargaba rigurosamente que no le descubriesen,
17. para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo: