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Mateo 10:12-26 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

12. Y al entrar en la casa, saludad.

13. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.

14. Y si alguno no os recibiere ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies.

15. De cierto os digo que en el día del juicio el castigo será más tolerable para la tierra de Sodoma y de Gomorra que para aquella ciudad.

16. He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas.

17. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios y os azotarán en sus sinagogas;

18. y aun ante gobernantes y ante reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.

19. Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o de qué hablaréis, porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar.

20. Pues no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

21. Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir.

22. Y seréis aborrecidos por todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

23. Mas cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.

24. El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.

25. Bástale al discípulo ser como su maestro y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?

26. Así que, no los temáis, porque nada hay encubierto que no haya de ser manifestado, ni oculto que no haya de saberse.

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