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Marcos 9:5-18 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

5. Entonces respondiendo Pedro, dijo a Jesús: Maestro, bueno es que estemos aquí; hagamos tres enramadas: una para ti, y otra para Moisés y otra para Elías;

6. porque no sabía lo que hablaba, pues estaban aterrados.

7. Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Éste es mi Hijo amado; a él oíd.

8. Y de repente, cuando miraron, no vieron más a nadie con ellos, sino a Jesús solo.

9. Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino hasta que el Hijo del Hombre hubiese resucitado de entre los muertos.

10. Y retuvieron la palabra para sí, discutiendo qué sería aquello de resucitar de entre los muertos.

11. Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?

12. Y respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad viene primero y restaurará todas las cosas. Y, ¿no está escrito que el Hijo del Hombre padezca mucho y sea tenido en nada?

13. Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él.

14. Y cuando vino a los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y a escribas que discutían con ellos.

15. Y de inmediato toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron.

16. Y les preguntó: ¿Qué discutís con ellos?

17. Entonces, y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

18. el cual, dondequiera que le toma, le derriba; y echa espumarajos, y cruje los dientes y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, pero no pudieron.

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