Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Marcos 9:28-40 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

28. Y cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?

29. Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.

30. Y habiendo salido de allí, caminaron por Galilea; y no quería que nadie lo supiese,

31. porque enseñaba a sus discípulos y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; y después de haber muerto, resucitará al tercer día.

32. Pero ellos no entendían esta palabra y tenían miedo de preguntarle.

33. Y llegó a Capernaúm; y estando en casa, les preguntó: ¿Qué discutíais entre vosotros por el camino?

34. Pero ellos callaron, porque los unos con los otros habían discutido por el camino quién había de ser el mayor.

35. Entonces sentándose, llamó a los doce y les dijo: Si alguno quiere ser el primero será el postrero de todos y el servidor de todos.

36. Y tomó a un niño y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo:

37. El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí, sino al que me envió.

38. Y le respondió Juan, diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue, y se lo prohibimos, porque no nos sigue.

39. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis, porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre que luego pueda decir mal de mí.

40. Porque el que no está contra nosotros, por nosotros está.

Leer capítulo completo Marcos 9