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Marcos 5:31-43 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

31. Y le dijeron sus discípulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?

32. Y él miraba alrededor para ver a la que había hecho esto.

33. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella se había hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.

34. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; ve en paz y queda sana de tu aflicción.

35. Y mientras él aún hablaba, vinieron de la casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas más al Maestro?

36. Pero Jesús, oyendo lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.

37. Y no permitió que nadie fuese con él sino Pedro, y Jacobo y Juan, hermano de Jacobo.

38. Y vino a la casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y gemían mucho.

39. Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La muchacha no está muerta, sino duerme.

40. Y hacían burla de él; mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la muchacha, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la muchacha.

41. Y tomando la mano de la muchacha, le dijo: Talita cumi; que interpretado es: Muchacha, a ti te digo, levántate.

42. Y al instante la muchacha se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron con gran espanto.

43. Mas él les mandó mucho que nadie lo supiese, y dijo que le diesen de comer a la muchacha.

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