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Marcos 5:19-34 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

19. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido misericordia de ti.

20. Entonces se fue y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho con él; y todos se maravillaban.

21. Y pasando otra vez Jesús en una barca al otro lado, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar.

22. Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y cuando le vio, se postró a sus pies

23. y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está al borde de la muerte; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y viva.

24. Y fue con él, y le seguía una gran multitud, y le apretaban.

25. Y una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años,

26. y había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y de nada le había aprovechado, sino que le iba peor,

27. cuando oyó hablar de Jesús, se acercó por detrás entre la multitud y tocó su manto.

28. Porque decía: Si tocare tan sólo su manto, quedaré sana.

29. Y al instante la fuente de sangre se secó, y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel padecimiento.

30. E inmediatamente Jesús, conociendo en sí mismo que había salido virtud de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?

31. Y le dijeron sus discípulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?

32. Y él miraba alrededor para ver a la que había hecho esto.

33. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella se había hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.

34. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; ve en paz y queda sana de tu aflicción.

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