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Marcos 4:18-32 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

18. Y éstos son los que son sembrados entre espinos, los que oyen la palabra,

19. pero los afanes de este mundo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas entran y ahogan la palabra, y ésta se hace infructuosa.

20. Y éstos son los que son sembrados en buena tierra, los que oyen la palabra, y la reciben y dan fruto, a treinta, a sesenta y a ciento por uno.

21. También les dijo: ¿Acaso se trae la luz para ponerla debajo del almud o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?

22. Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni nada secreto que no haya de descubrirse.

23. Si alguno tiene oídos para oír, oiga.

24. Les dijo también: Atended a lo que oís; porque con la medida que medís, os será medido, y a vosotros los que oís, os será añadido.

25. Porque al que tiene, le será dado; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

26. Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra;

27. y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.

28. Porque de sí fructifica la tierra: primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga;

29. y cuando el fruto se produce, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.

30. Y decía: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios? ¿O con qué parábola lo compararemos?

31. Es como el grano de mostaza que, cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra;

32. mas después de sembrado, crece y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.

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