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Marcos 3:8-23 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

8. y de Jerusalén, y de Idumea y del otro lado del Jordán. Y los de alrededor de Tiro y de Sidón, una gran multitud, oyendo cuán grandes cosas hacía, vinieron a él.

9. Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen.

10. Porque había sanado a muchos, de manera que se echaban sobre él, para tocarle, cuantos tenían plagas.

11. Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él y daban voces, diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios!

12. Pero él los reprendía mucho para que no le dieran a conocer.

13. Y subió al monte y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.

14. Y designó a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,

15. y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:

16. a Simón, a quien puso por nombre Pedro;

17. y a Jacobo hijo de Zebedeo y a Juan, hermano de Jacobo; y los apellidó Boanerges, es decir, Hijos del trueno;

18. y a Andrés, y a Felipe, y a Bartolomé, y a Mateo, y a Tomás, y a Jacobo hijo de Alfeo, y a Tadeo, y a Simón, el cananita,

19. y a Judas Iscariote, el que le entregó. Y entraron en una casa.

20. Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni siquiera podían comer pan.

21. Y cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle, porque decían: Está fuera de sí.

22. Y los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.

23. Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?

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