6. Teniendo, pues, aún un hijo suyo, bien amado, por último lo envió también a ellos, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.
7. Pero aquellos labradores dijeron entre sí: Éste es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra.
8. Y apresándole, le mataron y le echaron fuera de la viña.
9. ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá a esos labradores y dará su viña a otros.
10. ¿Ni aun esta Escritura habéis leído:La piedra que desecharon los edificadoresha llegado a ser cabeza del ángulo;
11. el Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos?
12. Y procuraban apresarle, porque entendían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían a la multitud, y dejándole, se fueron.
13. Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos para que le sorprendiesen en alguna palabra.
14. Y viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz y que no te dejas influir por nadie, porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?