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Marcos 1:34-44 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

34. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque lo conocían.

35. Y levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

36. Y le buscaron Simón y los que estaban con él;

37. y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.

38. Y él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí, porque para esto he venido.

39. Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.

40. Y vino a él un leproso, rogándole; y arrodillándose, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.

41. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó y le dijo: Quiero; sé limpio.

42. Y en cuanto hubo él hablado, de inmediato la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.

43. Entonces le advirtió estrictamente, y le despidió en seguida

44. y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.

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