3. Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre;
4. cómo entró en la casa de Dios y tomó los panes de la proposición, los cuales no es lícito comer, sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él?
5. Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
6. Y aconteció también en otro día de reposo que él entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía seca la mano derecha.
7. Y le acechaban los escribas y los fariseos para ver si sanaría en el día de reposo, a fin de hallar de qué acusarle.
8. Pero él, que conocía los pensamientos de ellos, dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso de pie.
9. Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien o hacer mal? ¿Salvar la vida o quitarla?
10. Y, mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada.
11. Y ellos se llenaron de ira y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.
12. Y aconteció en aquellos días que él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
13. Y cuando fue de día, llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:
14. a Simón, a quien también llamó Pedro, y a su hermano Andrés, a Jacobo y a Juan, a Felipe y a Bartolomé,
15. a Mateo y a Tomás, a Jacobo hijo de Alfeo y a Simón llamado Zelote,
16. a Judas hermano de Jacobo, y a Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.
17. Y descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud del pueblo de toda Judea, y de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades;
18. y los que habían sido atormentados por espíritus inmundos eran sanados.
19. Y toda la gente procuraba tocarle, porque salía poder de él y sanaba a todos.