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Lucas 2:25-33 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

25. Y he aquí, había un hombre en Jerusalén llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.

26. Y había recibido revelación del Espíritu Santo que no vería la muerte antes que viese al Cristo del Señor.

27. Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres llevaron al niño Jesús al templo, para hacer por él conforme a la costumbre de la ley,

28. entonces él lo tomó en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo:

29. Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra,

30. porque han visto mis ojos tu salvación,

31. la cual has preparado en presencia de todos los pueblos;

32. luz para revelación a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.

33. Y José y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de él.

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