18. Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti;
19. ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
20. Entonces, se levantó y fue a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello y le besó.
21. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
22. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad la mejor ropa y vestidle; y poned un anillo en su mano y sandalias en sus pies.
23. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta,
24. porque éste, mi hijo, muerto era y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado. Y comenzaron a regocijarse.
25. Y su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
26. y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
27. Y el criado le dijo: Tu hermano ha venido, y tu padre ha hecho matar el becerro gordo por haberle recibido sano y salvo.
28. Entonces se enojó y no quería entrar. Salió, por tanto, su padre y le rogaba que entrase.
29. Pero él, respondiendo, dijo al padre: He aquí tantos años hace que te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para alegrarme con mis amigos.