3. Y respondiendo Jesús, habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?
4. Pero ellos callaron. Entonces él, tomándole, le sanó y le despidió.
5. Y respondiendo a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo saca inmediatamente aunque sea en día de reposo?
6. Y no le podían replicar a estas cosas.
7. Y observando cómo los convidados escogían los primeros asientos a la mesa, relató una parábola, diciéndoles:
8. Cuando seas convidado por alguno a una boda, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más honorable que tú esté convidado por él,
9. y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces tengas, con vergüenza, que ocupar el último lugar.
10. Mas cuando seas convidado, ve y siéntate en el postrer lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
11. Porque cualquiera que se ensalza será humillado; y el que se humilla será ensalzado.
12. Y dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos, a su vez, te vuelvan a convidar, y seas recompensado.
13. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos;