56. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra, ¿y cómo no distinguís este tiempo?
57. ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?
58. Pues cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura arreglarte con él por el camino, no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel.
59. Te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado la última blanca.