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Lucas 12:37-50 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

37. Bienaventurados aquellos siervos a quienes el Señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa, y les servirá.

38. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, y los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos.

39. Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora habría de venir el ladrón, velaría ciertamente y no dejaría saquear su casa.

40. Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis vendrá el Hijo del Hombre.

41. Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?

42. Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente a quien el señor pondrá sobre su casa para que a tiempo les dé su ración?

43. Bienaventurado aquel siervo a quien, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

44. En verdad os digo que él le pondrá sobre todos sus bienes.

45. Pero si aquel siervo dice en su corazón: Mi señor tarda en venir, y comienza a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y a beber y a embriagarse,

46. vendrá el señor de aquel siervo el día en que no espera y a la hora en que no sabe, y le castigará y pondrá su parte con los incrédulos.

47. Porque aquel siervo que sabía la voluntad de su señor y no se preparó ni hizo conforme a su voluntad recibirá muchos azotes.

48. Pero aquel que no la sabía, e hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco, porque a todo aquel a quien se le haya dado mucho, mucho se demandará de él; y al que se le haya encomendado mucho, más se le pedirá.

49. He venido a traer fuego a la tierra; ¡y qué quiero, si ya está encendido!

50. Pero de un bautismo tengo que ser bautizado; y, ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!

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