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Lucas 12:34-47 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

34. Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.

35. Estén ceñidos vuestros lomos y encendidas vuestras lámparas;

36. y sed vosotros semejantes a hombres que esperan a que su señor vuelva de las bodas, para que, cuando venga y llame, en seguida le abran.

37. Bienaventurados aquellos siervos a quienes el Señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa, y les servirá.

38. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, y los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos.

39. Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora habría de venir el ladrón, velaría ciertamente y no dejaría saquear su casa.

40. Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis vendrá el Hijo del Hombre.

41. Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?

42. Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente a quien el señor pondrá sobre su casa para que a tiempo les dé su ración?

43. Bienaventurado aquel siervo a quien, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

44. En verdad os digo que él le pondrá sobre todos sus bienes.

45. Pero si aquel siervo dice en su corazón: Mi señor tarda en venir, y comienza a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y a beber y a embriagarse,

46. vendrá el señor de aquel siervo el día en que no espera y a la hora en que no sabe, y le castigará y pondrá su parte con los incrédulos.

47. Porque aquel siervo que sabía la voluntad de su señor y no se preparó ni hizo conforme a su voluntad recibirá muchos azotes.

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