Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 9:7-18 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

7. y le dijo: Ve, lávate en el estanque de Siloé (que significa Enviado). Entonces fue y se lavó; y cuando regresó, ya veía.

8. Entonces los vecinos y los que antes habían visto que era ciego decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?

9. Unos decían: Éste es; y otros: A él se parece. Él decía: Yo soy.

10. Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?

11. Respondió él y dijo: El hombre que se llama Jesús hizo lodo, y me untó los ojos y me dijo: Ve al Siloé y lávate. Y fui, y me lavé y recibí la vista.

12. Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? Él dijo: No lo sé.

13. Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.

14. Y era el día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo y le había abierto los ojos.

15. Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos de qué manera había recibido la vista. Y él les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé y ahora veo.

16. Entonces algunos de los fariseos decían: Este hombre no es de Dios, pues no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estos milagros? Y había disensión entre ellos.

17. Volvieron a decir al ciego: Tú, ¿qué dices del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.

18. Mas los judíos no creían que él había sido ciego y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista;

Leer capítulo completo Juan 9