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Juan 8:2-11 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

2. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.

3. Entonces los escribas y los fariseos le llevaron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,

4. le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio;

5. y en la ley, Moisés nos mandó apedrear a tales mujeres; tú, pues, ¿qué dices?

6. Mas esto decían tentándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en la tierra con el dedo.

7. Y como insistieron en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de entre vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

8. E inclinándose de nuevo, siguió escribiendo en la tierra.

9. Al oír esto, acusados por su conciencia, salieron uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los últimos; y quedaron sólo Jesús y la mujer, que estaba en medio.

10. Y enderezándose Jesús y no viendo a nadie más que a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado?

11. Y ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

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