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Juan 7:36-52 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

36. ¿Qué quiere decir esto que dijo: Me buscaréis y no me hallaréis; y a donde yo esté, vosotros no podréis ir?

37. Pero en el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso de pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

38. El que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán de su interior ríos de agua viva.

39. (Y esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no se había dado el Espíritu Santo, porque Jesús aún no había sido glorificado.)

40. Entonces algunos de la multitud, habiendo oído estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.

41. Otros decían: Éste es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo?

42. ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, vendrá el Cristo?

43. Así que había disensión entre la gente a causa de él.

44. Y algunos de ellos querían prenderle, pero ninguno le echó mano.

45. Y los guardias vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis?

46. Los guardias respondieron: ¡Nunca ha hablado hombre alguno así como este hombre!

47. Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados?

48. ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes o de los fariseos?

49. Pero esta gente que no sabe la ley, maldita es.

50. Les dijo Nicodemo (el que vino a él de noche y que era uno de ellos):

51. ¿Juzga nuestra ley a un hombre si primero no se le oye y se entiende lo que ha hecho?

52. Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.

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