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Juan 7:28-40 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

28. Entonces Jesús alzó la voz en el templo, enseñando y diciendo: A mí me conocéis y sabéis de dónde soy; no he venido por mí mismo, pero el que me envió, al cual vosotros no conocéis, es verdadero.

29. Yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.

30. Entonces procuraban prenderle; mas ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.

31. Y muchos del pueblo creyeron en él y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?

32. Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; entonces los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para que le prendiesen.

33. Y Jesús dijo: Aún estaré con vosotros un poco de tiempo, e iré al que me envió.

34. Me buscaréis y no me hallaréis; y a donde yo esté, vosotros no podréis ir.

35. Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿A dónde se irá éste que no le hallaremos? ¿Se ha de ir a los dispersos entre los griegos, y a enseñar a los griegos?

36. ¿Qué quiere decir esto que dijo: Me buscaréis y no me hallaréis; y a donde yo esté, vosotros no podréis ir?

37. Pero en el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso de pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

38. El que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán de su interior ríos de agua viva.

39. (Y esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no se había dado el Espíritu Santo, porque Jesús aún no había sido glorificado.)

40. Entonces algunos de la multitud, habiendo oído estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.

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