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Juan 7:25-36 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

25. Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es a éste al que buscan para matarlo?

26. Y he aquí, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo?

27. Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es.

28. Entonces Jesús alzó la voz en el templo, enseñando y diciendo: A mí me conocéis y sabéis de dónde soy; no he venido por mí mismo, pero el que me envió, al cual vosotros no conocéis, es verdadero.

29. Yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.

30. Entonces procuraban prenderle; mas ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.

31. Y muchos del pueblo creyeron en él y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?

32. Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; entonces los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para que le prendiesen.

33. Y Jesús dijo: Aún estaré con vosotros un poco de tiempo, e iré al que me envió.

34. Me buscaréis y no me hallaréis; y a donde yo esté, vosotros no podréis ir.

35. Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿A dónde se irá éste que no le hallaremos? ¿Se ha de ir a los dispersos entre los griegos, y a enseñar a los griegos?

36. ¿Qué quiere decir esto que dijo: Me buscaréis y no me hallaréis; y a donde yo esté, vosotros no podréis ir?

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