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Juan 6:48-63 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

48. Yo soy el pan de vida.

49. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y están muertos.

50. Éste es el pan que desciende del cielo, para que el que de él coma no muera.

51. Yo soy el pan vivo que ha descendido del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

52. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?

53. Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre ni bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

54. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el día postrero.

55. Porque mi carne verdaderamente es comida, y mi sangre verdaderamente es bebida.

56. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

57. Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo, el que me come también vivirá por mí.

58. Éste es el pan que descendió del cielo, no como vuestros padres, que comieron el maná y murieron. El que come de este pan vivirá eternamente.

59. Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaúm.

60. Entonces, al oírlo, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?

61. Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza?

62. ¿Pues qué, si vierais al Hijo del Hombre subir a donde estaba primero?

63. El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

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