Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 5:31-45 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

31. Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.

32. Otro es el que da testimonio de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.

33. Vosotros enviasteis a preguntarle a Juan, y él dio testimonio de la verdad.

34. Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto para que vosotros seáis salvos.

35. Él era una antorcha que ardía y alumbraba, y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.

36. Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que las cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.

37. Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto

38. ni tenéis su palabra permaneciendo en vosotros, porque al que él envió, a éste vosotros no creéis.

39. Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

40. Y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

41. No recibo gloria de los hombres.

42. Pero yo os conozco, que no tenéis el amor de Dios en vosotros.

43. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.

44. ¿Cómo podéis creer, vosotros que recibís la gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios?

45. No penséis que yo os acusaré delante del Padre; otro hay que os acusa: Moisés, en quien habéis puesto vuestra esperanza.

Leer capítulo completo Juan 5