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Juan 20:14-28 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

14. Y cuando hubo dicho esto, se volvió y vio a Jesús que estaba allí; pero no sabía que era Jesús.

15. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.

16. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni!, que quiere decir, Maestro.

17. Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

18. Fue María Magdalena entonces a dar las nuevas a los discípulos de que había visto al Señor y que él le había dicho estas cosas.

19. Y al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban reunidos por miedo a los judíos, vino Jesús, y se puso en medio y les dijo: ¡Paz a vosotros!

20. Y cuando hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron al ver al Señor.

21. Entonces Jesús les dijo otra vez: ¡Paz a vosotros! Como me envió el Padre, así también yo os envío.

22. Y cuando hubo dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

23. A los que perdonéis los pecados, les serán perdonados; y a quienes se los retengáis, les serán retenidos.

24. Pero Tomás, uno de los doce, llamado el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

25. Le dijeron, pues, los otros discípulos: ¡Hemos visto al Señor! Y él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto mi dedo en el lugar de los clavos y meto mi mano en su costado, no creeré.

26. Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y dijo: ¡Paz a vosotros!

27. Luego le dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo y mira mis manos; y acerca acá tu mano y ponla en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

28. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!

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