Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 11:30-43 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

30. (Jesús aún no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.)

31. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.

32. Y María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.

33. Jesús entonces, cuando la vio llorando, y a los judíos que habían llegado con ella también llorando, se conmovió en espíritu, y se turbó,

34. y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.

35. Y lloró Jesús.

36. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.

37. Pero algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho que Lázaro no muriera?

38. Y Jesús, conmovido otra vez dentro de sí, fue al sepulcro. Era una cueva, la cual tenía una piedra puesta encima.

39. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, pues lleva cuatro días.

40. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?

41. Entonces quitaron la piedra de donde el muerto había sido puesto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy porque me has oído.

42. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la gente que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.

43. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!

Leer capítulo completo Juan 11