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Juan 11:29-38 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

29. Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y fue a él.

30. (Jesús aún no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.)

31. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.

32. Y María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.

33. Jesús entonces, cuando la vio llorando, y a los judíos que habían llegado con ella también llorando, se conmovió en espíritu, y se turbó,

34. y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.

35. Y lloró Jesús.

36. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.

37. Pero algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho que Lázaro no muriera?

38. Y Jesús, conmovido otra vez dentro de sí, fue al sepulcro. Era una cueva, la cual tenía una piedra puesta encima.

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