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Juan 10:21-28 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

21. Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?

22. Y se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Y era invierno,

23. y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.

24. Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.

25. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí.

26. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

27. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;

28. y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

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