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Juan 10:18-34 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

18. Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

19. Y volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.

20. Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?

21. Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?

22. Y se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Y era invierno,

23. y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.

24. Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.

25. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí.

26. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

27. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;

28. y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

29. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

30. Yo y el Padre uno somos.

31. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.

32. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál de ellas me apedreáis?

33. Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te crees Dios.

34. Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije: Sois dioses?

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