8. No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.
9. Aquél era la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo.
10. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de él; pero el mundo no le conoció.
11. A los suyos vino, y los suyos no le recibieron.
12. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de llegar a ser hijos de Dios;
13. que no nacieron de sangre, ni de voluntad de carne ni de voluntad de varón, sino de Dios.
14. Y el Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
15. Juan dio testimonio de él y clamó, diciendo: Éste es aquel de quien yo decía: El que viene después de mí es antes de mí, porque era primero que yo.
16. Porque de su plenitud recibimos todos, y gracia sobre gracia.
17. Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
18. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
19. Y éste es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: Tú, ¿quién eres?
20. Y confesó y no negó, sino que confesó: Yo no soy el Cristo.
21. Y le preguntaron: ¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No lo soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.
22. Entonces le dijeron: ¿Pues quién eres?, para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
23. Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.